No se puede separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz consigo mismo si no es libre.

8 mar 2015

FEUDALISMO EN LA ECONOMIA


La economía feudal

     La economía feudal se caracteriza por la ruralización de la producción y la subsistencia. Las ciudades pierden protagonismo en la vida económica y social. Las pocas urbes que hay están directamente vinculadas al cultivo del campo y al mercado local.

La agricultura

     La agricultura y la gran propiedad fueron las bases de la economía feudal. Mientras la población se mantuvo en cifras bajas no fue necesario ampliar la superficie de cultivo, pero a partir del siglo XII se hicieron necesarias nuevas roturaciones. Las técnicas de cultivocontinuaron siendo las utilizadas en la época romana, salvo en el mundo islámico, que desarrolló la técnica del regadío, con nuevos instrumentos, como la noria. Los campesinos tendían a hacerse sus aperos de labranza. Los musulmanes introdujeron, lentamente, el cultivo del algodón, la caña de azúcar y la seda. Además, no hubo integración de agricultura y ganadería, por lo que los abonos eran escasos y las cosechas exiguas. El ganado era poco y caro, sobre todo el de animales grandes. En España, se reguló la explotación ganadera, ovina principalmente, con la institución de la Mesta, en el año 1273.
     En torno a los pueblos se estableció un sistema de explotación de la tierra, muy parecido en todas partes. En los alrededoresinmediatos del pueblo se encontraban las huertas de frutas y hortalizas, las mejor regadas y abonadas, que se cultivaban de forma intensiva.Luego se situaban las tierras dedicadas a las leguminosas y los cultivos de regadío, más lejos estaba el cereal de secano, trigo y escanda,más allá los pastos y baldíos, y por último el bosque, que proporcionaba leña y caza.
     Las órdenes religiosas tendieron a favorecer la roturación de tierras. En general las explotaban directamente, por medio de campesinos jornaleros. Mientras tanto, los señores feudales tendían a explotar sus tierras de manera indirecta, por medio de: arrendamientos, prestimonios, enfiteusis o foro, rabassa morta, aparcería, etc.
     A partir del siglo XIII se comienza a renovar el utillaje, y empieza a utilizarse la mula, en lugar del buey, como animal de tiro.
     Los productos básicos fueron los cereales, la vid y las hortalizas, pero también, el aceite, la miel, la sal y la pesca. La sal y las especias eran fundamentales para la conservación de los alimentos. Estas eran las principales mercancías de los mercados.

El artesanado

     El artesano es un figura vital en las comunidades medievales; ya que la mayoría de ellas deben procurarse sus propios aperos de labranza, paños y los útiles cotidianos.
     Desde el siglo XI los artesanos comenzaron a agruparse en cofradías de ayuda mutua. Estas cofradías estaban alentadas por la Iglesia y consagradas a un santo o virgen. Las cofradías comenzaron a reglamentarse por estatutos, algunos de ellos privilegiados, y acogían artesanos de distintos oficios. Paralelamente se crearon los gremios, con artesanos del mismo oficio, o de oficios complementarios, que reglamentaron la producción y el aprendizaje. Los reglamentos de los gremios regulaban desde cómo y con qué se debían hacer los productos, hasta los precios. Se intentaba evitar el fraude y la competencia irresponsable. Cada gremio tenía sus maestros, inspectores y cajeros, elegidos cada uno o dos años.
     El aprendizaje del oficio también estaba regulado, y había tres categorías: aprendiz, oficial y maestro. Las condiciones del aprendiz estaban pactadas. El aprendiz lo era durante un periodo concreto, de tres a ocho años. Una vez superado el período se convertía en oficial y podía ejercer el oficio por su cuenta o por cuenta ajena. El oficial podía pasar a ser maestro superando un examen, que consistía en la presentación una obra maestra que acreditase su dominio del oficio.
     Los gremios más poderosos tendieron a controlar el gobierno de la ciudad, y a tener un reglamento privilegiado, con sus propias leyes y sus jueces.
     La mayoría de los ingenios que permitían transformar los productos agrarios para su consumo eran de propiedad señorial.
     La industria textil fue una de las más prósperas, de una importancia casi tan grande como la agricultura. Además, implicaba a numerosos oficios, desde el ganadero hasta el tintado. Destacaron los paños florentinos y flamencos. Los paños eran, generalmente, de lana o piel; la seda era un artículo de lujo; pero también sobresalieron los paños de lino y cáñamo. En torno a la industria textil se desarrollaron los tintes, como el glasto, el alumbre, etc.
     De importancia vital fue la minería, sobre todo metálica, que proporcionaba hierro para la labranza. Los productos principales serán: el hierro, el estaño, el cobre, el mercurio o azogue y el plomo. Las minas solían ser de propiedad real.
     Fue de destacar la industria de la construcción, que nos dejó iglesias, catedrales, monasterios, lonjas, casas gremiales, castillos, puentes, murallas, etc. Las técnicas de construcción tuvieron una evolución impresionante, desde el arte prerrománico hasta el gótico. Este será un oficio de especialistas, donde la división del trabajo está más asentada.
     Es en la Edad Media cuando comienza a desarrollarse la burguesía, y un incipiente capitalismo, que es plenamente feudal, como el resto de la sociedad. En cuanto se recuperó el comercio apareció el interés por acumular dinero, incluso con la patente de corso.

El comercio

     Uno de los tópicos más arraigados de la Edad Media es que el comercio desapareció totalmente. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la actividad comercial disminuyó, sobre todo la internacional de productos de poco valor añadido, ni mucho menos desapareció. Lo que ocurría era que, en gran medida, las rutas comerciales no estaban en manos cristianas, sino musulmanas. El comercio siguió siendo importante, en productos no ubicuos, como la sal o los metales, y los artículos de lujo, de alto valor añadido. El comercio a larga distancia está abierto, pero es escaso. Este comercio se organiza en torno a dos ejes fundamentales: el Mediterráneo y el Báltico e interior del continente. Después de las oleadas de las invasiones el comercio se recupera, en los siglos VI y VII. Es la época de esplendor de Bizancio. A partir del siglo X el comercio vuelve a tener un auge importante.
     Desde el siglo XII mejoran notablemente los métodos de navegación, por la adopción de la brújula, el astrolabio y el timón fijo. Además, la capacidad de carga de las cocas, barcos mercantes, aumentó. La carabela, con sus 300 toneladas de carga, no fue inventada hasta el siglo XIV. Por otro lado, siempre fue muy importante la navegación fluvial. Todas las grandes ciudades de Europa tenían puerto, pero las nuevas técnicas facilitaban la navegación de altura. Constantinopla y Alejandría eran los grandes puertos comerciales internacionales del Mediterráneo.
     El comercio internacional estuvo dominado por musulmanes, genoveses y venecianos. Genoveses y venecianos comerciaban, desde el siglo XI, sobre todo con Bizancio, pero también con Asia, a través de los musulmanes. Los productos más transportados fueron los metales y los paños, sobre todo de Flandes, Francia e Inglaterra; y las especias asiáticas. A lo largo de la Edad Media, los musulmanes pierden el dominio del Mediterráneo en favor de Aragón.
     Pero el comercio no sólo se centró en torno al Mediterráneo. En el Atlántico norte y el Báltico se creó otro importante eje comercial, donde dominaban el comercio flamencos y normandos, desde el siglo XII. Desde aquí partían rutas fluviales (Rin, Danubio) y terrestres que llegaban a Novgorod y Kiev, y de allí a Asia. Otras rutas importantes comunicaban el Atlántico norte con la península ibérica. A través del sur de Francia, por el Ródano, se comunicaban estos dominios comerciales.
     Muy fructífero fue, también, el comercio entre musulmanes y cristianos en la península ibérica, que conectaba las rutas musulmanas con las cristianas.
     Fue en el ámbito del comercio del Báltico donde las ciudades portuarias firmaron un pacto de amistad y mutua libertad de comercio. El primer pacto lo firmaron las ciudades de Liubeck y Hamburgo en 1230, pero a él se fueron adhiriendo otras ciudades. En 1247 se había creado la Hansa, una asociación de mercaderes que se unió para fomentar el libre comercio, terminar con la piratería y defenderse de los príncipes de las ciudades que querían poner impuestos de paso. La Hansa perduraría hasta 1669, y llegó a contar con 200 ciudades asociadas, del entorno báltico.
     Los mercaderes que establecían relaciones en diferentes ciudades velaban por sus intereses a través de los consulados. Los consulados organizaban las relaciones comerciales, tenían sus jueces, y procuraban infraestructuras, en los puertos, a los comerciantes.
     El comercio al por menor se organizó en torno a un sistema de ferias y mercados locales en distintas ciudades. El mercado, o la feria, era una concesión real, que se desarrollaba en unos días concretos. Los mercados se montaban en planicies, o al pie de las murallas y puertas de las ciudades, ya que no había lugares abiertos dentro, aunque en ciudades importantes, como Barcelona, Valencia, París, Génova o Florencia se edificaron lonjas para albergar el mercado. Los días de mercado eran la oportunidad de hacer compras de lo que no se podía proveer el campesino. Los mercados estaban gravados con impuestos, que recibía el Señor. Se podían encontrar productos foráneos que traían los buhoneros, pero fundamentalmente se vendían productos de la tierra.
     La feria fue un mercado más importante, que se hacía en determinadas fechas señaladas. Las transacciones de las ferias eran más cuantiosas, y se compraban cosas que durarían todo el año. Tuvieron ferias importantes Brujas, Ypres, Lille, Champaña, Beaucair, París, Fréjus, Amberes y Medina del Campo. En Amberes y Brujas se creará la primera bolsa de valores (siglo XV); en Medina del Campo (siglo XIII) se inventará la letra de cambio, o de feria, desarrollada luego en Italia, y en torno a ellas aparecen las instituciones financieras, de crédito y préstamo, y el derecho mercantil.
     Desde el siglo XII, se generalizan en Europa las acuñaciones de moneda, cosa habitual en el mundo musulmán. La moneda musulmana solía tener mejor calidad que la cristiana, y se utilizaba como moneda de intercambio internacional, habitualmente.
     En 1401 se crea en Barcelona el primer banco europeo: la Taula de Canvi. En el 1402 se abren establecimientos parecidos en Fráncfort, en Génova en el 1407. Los banqueros italianos, como los Medici, se hicieron con la hegemonía de la banca, para lo que implicaron a sus familiares en el negocio, lo que les permitía tener abiertas sucursales en diferentes ciudades. 

COMUNIDAD PRIMITIVA









MODO DE PRODUCCIÓN DE LA COMUNIDAD PRIMITIVA: primer modo de producción  en la historia de la humanidad. La base de sus relaciones de producción era la propiedad colectiva de cada comunidad  sobre los medios de producción, tipo de propiedad que correspondía a las fuerzas productivas primitivas, sin desarrollar. La debilidad del hombre aislado y la imposibilidad de producir y luchar con la naturaleza individualmente requerían que la propiedad sobre los medios de producción y el trabajo fuesen colectivos. La cooperación simple de los hombres primitivos aparecía como una nueva fuerza productiva. El trabajo del hombre no creaba excedentes por encima del mínimo vital necesario, la distribución de los productos era igualitaria. En consecuencia, no se daban ni la desigualdad de bienes, ni las clases ni la explotación del hombre por el hombre, no había Estado. En el desarrollo del modo de producción de la comunidad primitiva, que representa el período más largo de la historia de la humanidad, se distingue la época de la horda primitiva, durante la cual el hombre aprendió a hacer sencillísimos instrumentos de piedra y a obtener el fuego. Al incrementarse las fuerzas productivas, surgió la división natural del trabajo por el sexo y la edad. La horda primitiva pasa a ser la organización gentilicia de la sociedad. La gens constituía un grupo de hombres que constaba, al principio, de unas decenas de individuos enlazados por vínculos de parentesco consanguíneo en línea materna. En determinada fase, fue la mujer la que ocupó una situación dominante en la comunidad gentilicia (matriarcado); sin embargo, en el decurso del ulterior desarrollo de la economía y de la familia la situación dominante pasó al hombre (patriarcado). Varias geas se unían en una tribu. El progreso de la ganadería, de los oficios y de la agricultura condujo al nacimiento de la división social del trabajo , y, en relación con ello, a la aparición del cambio . El perfeccionamiento gradual de los instrumentos de trabajo, la división del trabajo y el cambio incrementaron la productividad, lo cual permitió obtener medios de subsistencia con el trabajo individual en haciendas familiares. Ello condujo a la descomposición de la gens y a la aparición de la comunidad de vecinos. El nacimiento y desarrollo de la propiedad privada engendró la desigualdad de bienes y, en último término, dio origen a la explotación, o sea, a que unos hombres se adueñaran de los productos del trabajo de otros hombres. Se dejó de matar a los prisioneros y se les convirtió en esclavos. El nacimiento de la esclavitud provocó la descomposición total de la comunidad primitiva. Aparecen la primera división de la sociedad en clases y el Estado.

MODOS DE PRODUCCION


  • Entendemos por modo de producción la forma en que una sociedad organiza su producción. Esta organización se logra a partir de unas relaciones de producción que organizan la mano de obra y los medios de producción de formas concretas y variables según las sociedades, pero sin que obedezca a una sucesión rígida de criterios. La aproximación en la concepción del modo de producción hace análogas a las sociedades, lo cual es útil a la hora de realizar una tipología. 
  • Los modos de producción originariamente identificados por Marx (primitivo, esclavista, feudal, capitalista y comunista, a los que añade posteriormente el asiático en Formaciones económicas precapitalistas, 1858) no son exactamente los que se suelen emplear en los análisis actuales de las ciencias sociales, aunque es innegable su inspiración. Las diferencias entre ellos son muy notables y, así, mientras que en algunos de estos modos de producción la tierra carece de valor de compraventa, en otros, como en el modo de producción capitalista dominante en el mundo actual puede llegar a ser muy alto. Lo dicho para la tierra sirve, igualmente, para la fuerza de trabajo.
  • Como ejemplo del problema que suscita el uso rígido de los conceptos de Marx, cuando habla del modo de producción primitivo se está refiriendo a una concepción en la cual existe lo que él llama propiedad colectiva de la tierra. La teoría antropológica sostiene desde hace mucho tiempo que el concepto de propiedad es ajeno a las sociedades primitivas, y por ello también el de “propiedad colectiva”. Por el contrario, sí cabría hablar de uso colectivo de la tierra en las sociedades primitivas.
  • En el sistema capitalista de producción, o en el modo de producción capitalista como se expresa en términos marxistas, los valores de las cosas vienen dados, casi exclusivamente, por la oferta y la demanda que se convierten en motores del mercado y, por tanto, del movimiento económico. Marx se refirió a este hecho con la metáfora del fetichismo de la mercancía (las mercancías, tras ser producidas se independizan en el mercado de los individuos que las producen). 
  • Merece la pena traer a colación el caso de los campesinos cuya producción supone una parte importante de los bienes que se generan en muchas economías actuales, especialmente de Iberoamérica, Asia y África. El característico modo de producción que está presente entre los campesinos, basado en la subsistencia, sería ajeno al modo de producción capitalista, tal como se viene poniendo de relieve desde la publicación de la obra de A. Chayanov La organización de la unidad económica campesina (1925), y aún desde mucho antes.
  • La singularidad de los campesinos y de su modo de producción fue objeto de un interesante análisis en la obra de E. Wolf, al mostrar que los mismos producen más que para la simple subsistencia, que el autor concreta en una serie de fondos (de reposición, de renta, ceremonial) que le obligan a pone en el mercado una parte de la producción. 
  • En la actualidad no sólo se habla de modos de producción con denominaciones muy variadas sino que, desde el punto de vista antropológico, se piensa que el entorno y los recursos pueden condicionar las estrategias productivas que devienen en modos de producción concretos. También se piensa que la suma de innovaciones da como resultado la progresiva modificación del modo de producción. 

6 mar 2015

INTRODUCCION AL CURSO




CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD Y  FOMENTO A LOS VALORES GÉNERAN: NUEVAS VISIONES
DE LA CIENCIA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO



En este BLOG se exponen una serie de contenidos que ayudaran al estudiante en su formacion, esenciales para que una sociedad de la información se transforme en una verdadera sociedad del conocimiento. La renovación de la educación que dicho tránsito va a suponer tiene mucho que ver con la integración de la ciencia y la tecnología con la sociedad. En un mundo globalizado, ciencia y tecnología son dos lenguajes universales de extrema importancia catalizadora de un conjunto de procesos de cambio social. Sin ellas no es posible entender ni la historia ni el futuro.

PORTADA




CTSyV III

CENTOR DE BACHILLERATO TECNOLOGICO INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS No,89